Cincuenta millas: la recta final
¡Ahora si es en serio! Faltan cuatro días y estaré corriendo mis primeras cincuenta millas. Tengo una cantidad de sentimientos encontrados. Nervios, ansiedad, emoción, felicidad, en fin de todo un poco. Mariposas en la barriga o un gusano en la tripa explican perfecto esto que siento. Sin duda es una hazaña interesante a la que me le estoy midiendo.
Aunque el sábado es el gran día, la realidad es que este viaje comenzó hace un tiempo. La idea de correr un ultra maratón empezó a rondarme la cabeza después de correr la maratón de Bear Mountain con Nacho. No le puse mucha atención pero mientras corría en las mañanas con Sandin (ya vendrá un post sobre él) lo iba procesando poco a poco. En los primeros días de julio compré un libro llamado Running Your First Ultra. Luego de leer la primera parte invité a almorzar a Nacho, la única persona que conozco que no me iba a decir “no hagas eso, estas loca”. Le pregunté su opinión y me dijo que claro, que lo hiciera, que iba a ser increíble.
Y así comenzó esta aventura.
Han sido 17 semanas, incluyendo esta, de arduo entrenamiento. He puesto al límite mi fuerza de voluntad y compromiso. He aprendido cosas de mí que nunca me hubiese imaginado. He ganado amigos y tal vez perdido otros. He logrado apreciar mi cuerpo mas que nunca y lo más importante es que me he divertido. El hecho de haber llegado hasta aquí ya es todo un acontecimiento. Esto me había costado trabajo entenderlo pero entre Nacho y Marcelo (el coach) me lo han logrado hacer entender.
Ahora, aquí sentada tratando de relajarme, me doy cuenta de lo mucho que debo disfrutar desde ya. Esta recta final es para aprovechar. Viajo mañana a San Francisco, voy acompañada de un maravilloso “crew” y voy a hacer lo que me gusta. Así que no hay excusa, toca gozárselo. La próxima vez que escriba habré entrado en el club de los ultra maratonistas!
