El perfeccionismo puede afectar hasta el correr

Nunca me hubiera imaginado que el perfeccionismo iba a afectar hasta el correr. Resulta que así es. Ese defecto que muchas veces no permite que logremos lo que queremos puede interponerse hasta cuando corremos.

En Diciembre, Marcelo (el coach), me envió un artículo titulado “Avoiding mental sabotage: How to be dynamic instead of perfect”. Leerlo fue un baldado de agua fría pues me sentí totalmente identificada. Me reí de mi misma pues ese deseo de que todo sea perfecto logró entrar hasta en mi hobby. Luego lo volví a leer y me di cuenta de lo mucho que hay que ser conscientes de que a veces es mejor hacer que tratar de que sea perfecto.

¿Cuántas veces no perdemos oportunidades porque lo queríamos hacer o decir no nos parecía perfecto? ¿Qué hubiese pasado si hubiésemos dicho o hecho lo que teníamos así consideráramos que apenas estaba al 88%? Seguramente el resultado sería mejor que no hacer nada por creer que podemos llegar a esa perfección imaginaria. El tema es que muchas veces no nos damos cuenta que ese 88% es en realidad un 100%.

Que el miedo no nos detenga

La búsqueda del perfeccionismo debe estar ligada al miedo de fracasar. Creemos que que la perfección evita el fracaso, cuando en realidad la perfección puede llevar a la inacción. Fracasar, por el contrario, invita a la acción. Haciendo se aprende. El problema del fracaso no es no lograr el objetivo sino quedarse ahí. El objetivo es aprender de esa derrota y seguir para adelante. Esto nos permite ser cada vez mejores y alcanzar grandes logros.

Este es sin duda una de las similitudes de la vida y el correr. Si me caigo mientras corro me levanto y sigo corriendo. Si no alcancé mi objetivo en una carrera, reflexiono, aprendo de lo vivido y sigo para adelante pues la próxima vez será mejor. En la vida debe ser igual. Si algo sale mal debo aprender de ello y continuar. No paralizarme por el hecho de no verlo perfecto. La parálisis aburre. Así que recordemos que la perfección es un ideal imaginado y muchas veces subjetivo y sigamos para adelante.

El perfeccionismo nos hace reaccionar lentamente

Por estar tan enfocados en que todo salga perfecto no damos espacio a imprevistos y esto no nos deja reaccionar rápidamente cuando estos suceden. Y la verdad es que la vida, así como las carreras, está llena de imprevistos. Por lo tanto es mejor olvidarnos de los escenarios perfectos, debemos confiar en que estamos dando lo mejor de nosotros y salir al ruedo. Si algún hecho no previsto nos sorprende podremos manejarlo mejor y más rápidamente pues hemos entrenado y nos hemos preparado para afrontar lo que sea.

Evitando no caer en la trampa del perfeccionismo he decidido inscribirme en otras 50 millas. Se llama Squaw Peak y será el 2 de junio de este año. Les iré contando como va esto de evitar la perfección durante esta nueva aventura. Quizá aprendo a no buscar más la perfección en otros ámbitos de mi vida.

 

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