Este post se publicó primero en Investigación Clínica en Latinoamérica.
Saliendo de lo regulatorio pero con ánimo de ponernos más en tema, hoy he decidido contarles sobre las fases de la investigación clínica. La investigación clínica en humanos se divide en cuatro fases que se denominan fase I, II, III y IV. Aquí les explicare de forma sencilla en que consiste cada una de ellas.
Fase I
Es el primer estudio en seres humanos de un nuevo principio activo o nueva formulación, y generalmente se lleva a cabo en voluntarios sanos. Los fármacos con una toxicidad potencial importante, como los citotóxicos utilizados para destruir células cancerosas o infectadas por un virus, se estudian en pacientes reales debido a que serían muy dañinos para un voluntario sano. El propósito de los estudios fase I es establecer una evaluación preliminar de la seguridad y del perfil farmacocinético, y si es posible, un perfil farmacodinámico del medicamento en estudio sin esperar resultados terapéuticos o curativos. Se busca también identificar los principales efectos secundarios y salvo en excepciones debidamente fundamentadas, se llevan a cabo en pequeños grupos de voluntarios (entre 20 y 80 personas). Los estudios en esta fase pueden ser abiertos, controlados con los valores iniciales que presenta el voluntario, o pueden ser distribuciones al azar o a ciegas de los voluntarios en diferentes grupos para aumentar la validez de las observaciones.
Fase II
En los estudios de fase II los objetivos son demostrar la actividad terapéutica y establecer la seguridad a corto plazo del principio activo en pacientes afectados con una determinada enfermedad o condición patológica. En esta fase los estudios se realizan con un grupo de pacientes seleccionados mediante criterios mas estrictos de inclusión y exclusión al protocolo, de los cuales deriva una población relativamente homogénea la cual es controlada atentamente.
Los estudios se realizan en un número pequeño de personas (entre 100 y 300 pacientes) y frecuentemente, son seguidos de un estudio comparativo. En esta fase también se determinan los rangos de dosis apropiados y los regímenes de administración para los ensayos en Fase III. Si es posible, se establecen las relaciones dosis-respuesta, con el objetivo de obtener antecedentes sólidos para el diseño estudios terapéuticos ampliados o de fase III.
Fase III
Los estudios de fase III buscan determinar el balance Riesgo/Beneficio a corto y largo plazo de la medicación o formulación en estudio, evaluar la relación entre la respuesta y la dosis, y además buscan confirmar su eficacia y valor terapéutico relativo. Se estudia también el tipo y perfil de las reacciones adversas más frecuentes, las interacciones clínicamente relevantes y principales factores modificatorios del efecto, tales como la edad, o diferentes etapas de una misma enfermedad. El número de voluntarios aumenta considerablemente y los estudios se realizan teniendo en cuenta las condiciones que van a ser normales y reales en la utilización del medicamento y/o especialidad medicinal. El diseño de los ensayos será preferentemente aleatorio y doble ciego, pero también son aceptables otros diseños, por ejemplo los de seguridad a largo plazo. Los ensayos de fase III, están destinados a proporcionar las bases adecuadas para la aprobación de la comercialización del nuevo fármaco o formulación y completan la información que va ser luego utilizada para crear el prospecto de la medicación.
Fase IV
Los estudios de Fase IV comienzan después de la aprobación regulatoria del fármaco para su venta y van más allá de la demostración previa de la tolerancia, eficacia y definición de la dosis del fármaco. Son todos los estudios, incluyendo la vigilancia habitual, realizados después de la aprobación del fármaco y relacionados con la indicación y dosis aprobadas. Evalúan la aparición de nuevas reacciones adversas y/o confirmación de la frecuencia de aparición de las ya conocidas y las estrategias de tratamiento. Buscan optimizar el uso del fármaco y normalmente incluyen estudios adicionales sobre interacciones medicamentosas, respuesta a dosis o estudios de inocuidad y estudios diseñados para apoyar el uso bajo la indicación aprobada, como, serían estudios de morbimortalidad y estudios fármaco-epidemiológicos. La farmacovigilancia se extiende durante toda la vida del producto, bajo la supervisión de las autoridades regulatorias y se deben seguir las mismas pautas éticas y científicas aplicadas a los estudios de fases anteriores.
Luego que un medicamento y/o especialidad medicinal ha sido comercializado, los estudios clínicos diseñados para explorar nuevas indicaciones, nuevos métodos de administración, o nuevas combinaciones (asociaciones), etc., son considerados como estudios de nuevo medicamento y/o especialidad medicinal por lo que vuelven a empezar en la fase II y no son considerados como fase IV.
Ojala les haya servido esta información!