Mis ídolos atletas
Mis ídolos atletas en esto del running son varios. Los puedo clasificar en platónicos y reales. Lamentablemente los platónicos son más, ojalá eso cambie algún día. Son ídolos pues hacen que las cosas que parecen imposibles se vean alcanzables. Sus hazañas corriendo y en otros aspectos de sus vidas me inspiran. Me dan ánimo y fuerzas para seguir corriendo.
Ídolos platónicos.
De los ídolos platónicos tengo que decir que Mo Farah fue durante mucho tiempo el número uno. Correr 10 kilómetros en 27:44 es una cosa de otro mundo. Luego sigue Eliud Kipchoge, el atleta de Nike que corrió una maratón en 2:00:25 aunque no fue en un recorrido valido para record del mundo. Eliud es inspiración pura. Entrena su mente constantemente y asegura que ahí esta la diferencia de lo que podemos o no lograr. Otro ídolo es Wilson Kipsang, guerrero y con un tiempo de 2:03:13 en la maratón como marca personal.
Luego de los maratonistas vinieron los ultra maratonistas. El primero es Scott Jurek. La primera vez que escuché de el fue cuando leí Nacidos para correr. De ahí decidí leer su libro, Eat and run y confirmé que si él siendo vegano podía correr 50 millas diarias, sin duda yo podía correr una maratón. Gracias a Scott decidí continuar siendo vegetariana en el 2015 en contra de todos los que decían que no podía entrenar para correr 42 kilómetros sin comer proteína animal. Es por él que hoy soy vegana.
Otro ídolo ultrarunner es Stephanie Case. Ídolo no solamente por ser una loca corredora sino por su trabajo con la organización Free to Run. Utiliza el running para empoderar y educar a las mujeres y niñas en países en conflicto. Esta mujer me confirma que uno es capaz de lograr cualquier cosa que se proponga a punta de constancia y dedicación. Estos son mis ídolos platónicos. Ojalá la vida me permita cruzármelos en el camino algún día.
Ídolos reales.
Pero al final lo real es mejor que lo platónico y por eso tengo dos ídolos atletas reales. Reales porque los conozco, puedo hablar con ellos y pedirles consejos. Uno es Cesar, mi amigo y entrenador en Colombia. El que me enseñó el paso demoledor. Es un atleta increíble. Corre sin agua, sin combustible; corre en cualquier día y cualquier momento. Se le mide a todo y no se queja nunca. Tal vez la mayor lección que aprendí de Cesar es que no importan las adversidades, siempre hay que seguir luchando y de buena gana.
El otro ídolo atleta real que tengo es Nacho. Loco, demente que terminó el Epic 5 challenge. El Epic 5 son 5 ironmans en 5 días seguidos en 5 islas de Hawaii. En un ironman, después de nadar todo lo que nadan (2.4 millas), montar en bicicleta todo lo que montan (112 millas), terminan corriendo 42.196 kilómetros (26.2 millas). En el Epic 5 repiten esto 5 veces seguidas, mas los viajes de isla a isla. Esto significa muy pocas horas de sueño. Simplemente una locura. Una locura alucinante.
Y Nacho tan sonriente terminó de segundo. Ídolo total. Compromiso, disciplina, dedicación, en fin nómbrelo y Nacho tiene que tenerlo para poder haber hecho lo que hizo. Orgullosa me siento pues fue mi “pacer” en mi primera maratón en la montaña y llegamos al podio. Si este hombre terminó el Epic 5 yo tengo que ser capaz de terminar las 50 millas……..